2/6/16

Superando miedos

emojimiedo

¿Trasmitimos nuestros miedos?

Tengo mucho vértigo, no lo puedo evitar, aunque intento, cada día, llevarlo lo mejor que puedo.

También me dan miedito los animales: perros, gatos, pájaros, hormigas….sobre todo, los insectos, no puedo con ellos.

Intento no trasmitirlo a mis hijos, aunque a veces me cuesta lo mio..



De niña me atrevía con todo, me subía a los árboles, cogía lagartijas, grillos, saltamontes...con la edad no se que me ha pasado, pero me está entrando mieditis.

El vértigo siempre lo he tenido. Las alturas no son mi fuerte, y he vivido muchos años en un 8º piso sin asomarme al balcón. Tampoco me hace gracia:
  • Volar: he viajado mucho, y claro, lo más rápido es ir en avión. Como me podía el viajar, pues he cogido aviones a costa de aplastar la mano y romper casi los huesos de mi compañero de a lado, achucharlo y morderme los labios. Todo esto sin llegar a gritar ni ponerme histérica, a pesar de haber sufrido turbulencias chungas y aterrizajes muy complicados. Mi hijo mediano ha decidio que no quiere volar, por mi culpa, por mi culpa y por mi gran culpa!!!, y eso que yo le animo, pero él me dice que últimamente se caen muchos aviones Surprised smile
miedo-a-volar-nah

  • Pasar por un puente: vivo en una ciudad, con un bonito, grande y caudaloso río, en la cual, hay 4 puentes. No suele ir mucho al otro lado de la ciudad andando, pero las veces que voy, lo paso regular. Me agarro de las manos de los niños, intento disimular…, pero empiezo a hiperventilar, sudar, me tiemblan las piernas y hasta casi me paralizo. Hoy he hecho una gran proeza, he cruzado dos puentes de mi ciudad con mi pequeña, agarrada muy fuerte de su silla y mirando al frente; solo he pasado un poquito de miedo, pero lo conseguiré!!!
Así hiperventilo, Open-mouthed smile
Nervios-

Y mi próximo reto Smile with tongue out
equilibrio

  • Subir edificios altos: con 14 años subí la Torre Eiffel, al segundo piso andando, acompañada por mis compañeros, apoyándome y animándome. Lloré, pero llegué victoriosa!!!. Recuerdo que ese día hacía viento y se movía, menudo miedito….
Torre-Eiffel-
  • Los animales: sobretodo a los perros, les tengo mucho respeto, y los insectos me dan asquito. Estos mieditos me los ha pasado mi querida madre, y creo que esto va en cadena, porque como mis hijos me ven apartarme cada vez que veo un perro, ellos hacen lo propio….
Y algún miedo más tendré, pero estos son los más heavies. El caso, es que no quiero que mis hijos sufran mis mismos miedos, yo intento disimular delante de ellos, pero….

He encontrado información en la página Educo y en Educa y aprende, que nos puede ayudar a no trasmitir nuestros miedos a los peques:

Cuidado, el miedo que siente tu hijo puede ser tuyo

Sentir miedo es algo normal. Al fin y al cabo, es una reacción natural cuando nos sentimos inseguros o vulnerables. En el caso de los más pequeños los temores más frecuentes pueden ser: miedo a la oscuridad, a quedarse solos, o a feas criaturas imaginarias. Pero con la ayuda de los padres y a medida que van madurando, esos miedos dejan de existir.

Sin embargo, hay niños cuyos miedos se hacen cada vez más grandes, que acaban produciendo ansiedad y desafortunadamente, van creando fobias. Y la responsabilidad, muchas veces, es de los padres, quienes les transmiten sus propios miedos. Aquí te contamos cómo superarlos y cómo evitar contagiarles.

Tus palabras les hacen fuertes

Como padres, todo lo que somos, decimos y hacemos tiene un gran impacto en nuestros hijos. Transmitimos nuestra personalidad y estilo de vida, nuestras emociones, formas de reaccionar, creencias y palabras. Y también nuestros miedos. Los padres que usan las palabras “no” y “ten cuidado” con mucha frecuencia acaban teniendo hijos con miedos a probar cosas nuevas o a sentirse nerviosos cada vez que lo intentan. Procura utilizar más las palabras “sí” e “inténtalo”.

Cuando tu hija confiesa que siente miedo, procura no ignorarlo ni te rías de ello, por muy ridículo que te parezca. Sino, aumentará su nivel de ansiedad y afectará su auto-estima. Habla con ella sobre lo que siente y deja que te explique por qué siente miedo. Se su cómplice y asegúrate de que puede confiar en ti. Muchas veces, solo hablando sobre ello le ayudas a apaciguar temores.

Los padres queremos lo mejor para nuestros hijos y una de las formas que tenemos de hacerlo es protegerles ante el peligro. Si tu pequeño se acerca a un precipicio, por ejemplo, es lógico es que le ayudes a desviarse o te pongas de barrera explicándole las posibles consecuencias de acercarse demasiado.

Cuidado con las creencias

Existen miedos que pertenecen más a una experiencia mala o a una creencia que a un miedo real. El miedo a volar, a los truenos, serpientes, situaciones nuevas o a hablar en público. Estos son algunos ejemplos de los miedos que hay que evitar transmitir y  aprender a separar lo que es un miedo real de una creencia. Suena fácil pero, ¿cómo se hace?

Muchos padres evitan situaciones que pueden despertar miedo en sus hijos. Sin embargo, esto puede lograr justamente lo contrario. Sabemos que no todos los perros, por ejemplo, son bestias sanguinolentas que atacan a cualquiera que se pone delante suyo, pero hay muchas personas que lo viven así, debido muchas veces a una mala experiencia propia.

Cómo superar los miedos

Si tu hija siente miedo a los perros en lugar de evitarlos, es mejor que se enfrente a ellos poco a poco. Muéstrale fotos o películas amables, en el parque, aunque sea de lejos, observa junto a ella cómo juegan los niños con sus mascotas, saca libros sobre ellos de la biblioteca mas cercana y sobre todo habla con ella para saber de dónde viene ese miedo y qué cree que puede pasarle si se encuentra con uno. Cuanta más información tenga, mas se reducirá su miedo y seguramente el tuyo también.

Un estudio reciente de la Universidad Juan Carlos I en Madrid, publicada en el International Journal of Paediatric Dentistry confirma que “la transmisión emocional del miedo al dentista se contagia de padres a hijos.”

Ayudando a tu hijo a superar sus miedos es más fácil si existe entre vosotros una cierta complicidad. Quieras o no, tu eres el ejemplo a seguir. Si algo te da miedo, seguramente tu hijo también lo tendrá. Los niños que tienen miedo a los insectos o a los truenos por ejemplo, se debe a que probablemente hayan visto a sus padres gritar al verlos o huir corriendo al escucharlos. Lejos de vivir aislados en una burbuja de miedo, hay que prepararse para enfrentarse a las distintas situaciones que nos presenta la vida.

Mantener la Calma

Por muy difícil que parezca, sobre todo si se trata de fobias, hay que procurar mantener la calma delante de los pequeños. Y una de las maneras más eficaces que hay es aprender a relajarse con unos simples ejercicios de respiración. Practícalos con tu hijo, apaciguándole con tus palabras. “Cuando sientas miedo, como yo, acuéstate, cierra los ojos, imagina algo bonito o divertido, y respira profundamente. Ya verás que se te pasará.” Lo ideal es que esto se convierta en un hábito que tu hijo adoptará incluso cuando tu no estés.

El miedo en los niños. Cómo la familia transmite miedos a los niños

El miedo infantil es un fenómeno evolutivo normal que cumple una función adaptativa. El miedo es una emoción que nos alerta de un peligro y nos ayuda a protegernos del mismo. En determinados momentos de la infancia es normal tener miedos, éstos irán desapareciendo a media que el pequeño madure. Sin embargo, algunos miedos pueden persistir y/o ser demasiados intensos, en estos casos suelen impedir o dificultar el funcionamiento normal del niño/a. Estos miedos son aquellos que calan en el interior de sus creencias debido a algún tipo de situación traumática o por transmisión de sus figuras cercanas. Las familias transmiten miedos a los niños y niñas, este miedo se cala en sus creencias y se desarrolla como su forma de ser. Es fundamental prestar atención a nuestros propios miedos y evitar transmitir éstos a nuestros niños y niñas.

Cómo la familia transmite miedos a los niños

Algunos miedos son instintivos, como el miedo al escuchar un ruido fuerte, el miedo a la oscuridad, a lo desconocido, etc…, estos son miedos comunes a todas las personas en algún momento de su vida. Sin embargo, hay otro tipo de miedos otros miedos, no instintivos, nadie nace con miedo a los perros, a las alturas, al agua, etc… este tipo de miedo es aprendido y desencadenado por dos vías o bien un acontecimiento traumático, interpretado como peligroso o bien por transmisión de las familias.

La familia transmite miedos a los niños y niñas  a través de un fenómeno de aprendizaje social. Los niños y niñas aprenden más de lo que ven que de lo que les decimos, siguiendo un proceso de aprendizaje esencial para su supervivencia y para su adaptación social. Los miedos forman parte de este aprendizaje, los niños y niñas aprenden a temer lo que temen los demás, sobre todo sus figuras más cercanas.

Por ejemplo, si el niño o niña observa como su padre o su madre tiene miedo a las arañas, por la reacción de éstos cada vez que ven una araña, aprende que las arañas son peligrosas y desarrollará ese miedo. Este tipo de transmisión de miedos por parte de la familia puede ir aún más allá, limitando su forma de actuar e incluso su confianza.

Cuando los progenitores temen que el pequeño haga ciertas cosas, por temor a que se haga daño o sufra, transmiten sin darse cuenta ese miedo a sus pequeños y merman así su confianza y autoestima.

Trucos para evitar transmitir miedos a los niños y niñas

Es fundamental conocer el proceso mediante el cual la familia transmite miedos a los niños y niñas para, de este modo, evitar y prevenir este fenómeno. Por qué educarlos sin miedos es liberarlos de los mismos, hacerles dueños de su propia vida y capaces de afrontar sus retos.

-Analiza tus propios miedos y presta atención a cómo los muestras a tus hijos e hijas.
-Procura hablar de tus miedos y enfrentarte a ellos. No se trata de decirles a los niños y niñas que no tenemos miedo de nada, pero sí de enseñarles a enfrentarse a los miedos.
-Evita expresiones demasiado exageradas de tus miedos. Los niños y niñas pueden interpretarlo como algo más grave de lo que realmente es.
-Cuando el niño/a tema enfrentarse a algo, escúchale y anímale a enfrentarse a ello y vencer su miedo.
-Evita sobreprotegerle y hacer las cosas por él/ella.

¿Qué haces cuando tu hijo siente miedo? ¿Crees haberle transmitido algún temor?

1 comentario:

  1. Sí siempre he evitado que los miedos de adultos afecten a mis niños. Y los míos los voy superando:)

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